HISTORIA
La Serena, una de las ciudades más antiguas de Chile, fue fundada por Juan Bohón en 1544, junto a la desembocadura del río Elqui. Entonces parecía esperarla un auspicioso futuro de prosperidad y desarrollo, puesto que por sus atributos de localización era un paso obligado para los viajeros que recorrían la ruta terrestre entre Perú y Santiago. Sin embargo, la vida urbana de La Serena colonial enfrentó permanentes problemas que impidieron su desenvolvimiento, tal como lo constató el gobernador Ambrosio O'Higgins en 1788, al comprobar el precario estado del equipamiento urbano de la ciudad.
El sector en donde actualmente está emplazada la ciudad, era habitado por el pueblo prehispánico conocido como los diaguitas,uno de estos factores fue la permanente hostilidad de los indígenas de la región.
Aunque el territorio que contaba con excelentes condiciones era apto para el desarrollo de la minería y la agricultura, haciendo próspera y grata la vida de los serenenses, el temor a nuevas invasiones.
Su fecha fundacional exacta es discutida por varios historiadores, aunque todos coinciden en que fue en el año 1544. Su primer fundador fue el capitán Juan Bohón, quien la nombró Villanueva de La Serena; se trata de la segunda ciudad más antigua de Chile.
En enero de 1549, a sólo 5 años de su fundación, una sublevación de nativos provocó la muerte de casi todos los españoles que pisaban suelo serenense. Fue entonces cuando, en agosto de ese mismo año, Pedro de Valdivia le ordenó al capitán Francisco de Aguirre que refundara la ciudad bajo el nombre de San Bartolomé de La Serena.
Con el pasar de los años y el auge que tomó la región por la extracción de minerales de la cordillera de los Andes, el rey Carlos I de España le otorgó el título de ciudad definitivo.
Con los años la ciudad sufrió los continuos ataques de los piratas; fue Francis Drake quien abrió la Ruta del Pacífico a los corsarios. Bartolomé Sharp, en 1680, y Edward Davis, en 1686, causaron gran temor en la población obligando a la fortificación de la urbe en 1700.
A pesar de distintos avatares, como incendios, terremotos y sublevaciones cívico-militares, los años se subsiguieron y en 1920 se gestó un nuevo auge económico en la región por la minería del hierro, que atrajo capitales y personas a vivir a La Serena. Este notable crecimiento originó un nuevo cambio en la estructura urbana, que con los años – a mediados de la década de 1950 – ganó el nombre de Plan Serena, para el cual el estilo arquitectónico que se utilizó fue el denominado “Renacimiento Colonial”.
En la actualidad La Serena es una de las ciudades-balneario más concurridas del país. Su variedad de recursos naturales y culturales, sumada a las extensas playas de arena fina frente al océano Pacífico, hace que sea un destino turístico por excelencia y en muchos casos es utilizada como lugar de descanso o segunda residencia de renombrados políticos, empresarios y deportistas de Chile.
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